Más allá del inmenso daño en la calidad de vida, más allá del inmenso despilfarro de recursos económicos, que bien pudieran haber financiado innumerables iniciativas de todo tipo, el Transantiago tuvo, a mi juicio, un efecto aun más devastador en la sociedad: el mensaje de que no importa cuan gigantesco sea el error que un gobierno pueda cometer, siempre, de alguna forma, ya sea con un dudosamente legítimo préstamo del BID, o recurriendo al 2% para estado de catástrofe, siempre se logrará obtener el dinero para tapar el hoyo. Éste, creo yo, es el efecto más dañino que tuvo el Transantiago en la mente de muchas personas, porque entonces ningún gremio, ningún grupo, minoría o mayoría, va a sentir que la respuesta que el gobierno le puede dar es que no hay recursos. Porque ha quedado demostrado de que sí los hay. El problema es que esos recursos son, como dice su nombre, para estado de catástrofe. Sin embargo, el gobierno tuvo que recurrir a ellos en forma reiterada, con lo cual queda la sensación de que su uso realmente no es para situaciones excepcionales, y que, por el contrario, haciendo la suficiente presión (movilización, paro, manifestaciones, marchas, tomas, ocupaciones culturales, etc.) el gobierno se va a ver en la obligación de nuevamente recurrir a fondos que estaban destinados para catástrofes, para dar en el gusto al grupo demandante de turno y evitar que su imagen, en lo inmediato, siga deteriorándose en cuanto a su capacidad de gestión y figura de autoridad.
Sin embargo, precisamente el efecto es sólo inmediato, y entonces, sin mayor demora, viene el siguiente grupo a hacer presión por sus demandas, con múltiples formas de manifestación, algunas más innovadoras que otras, y finalmente, en perspectiva, se ve un gobierno que perdió la capacidad de dirigir un país, sino que la pauta la dictan los grupos de presión, y me temo que así no vamos a ningún lado.
Se requiere recobrar la figura real de autoridad, pero es muy difícil, hasta me parece imposible, que pueda lograrse en un sistema democrático en el que el voto de un patán, un vicioso y un criminal pesan lo mismo que el de una persona honesta y trabajadora. Creo que el insistir en mantener esa igualdad de injerencia de todas las personas sobre la política es, aunque políticamente correcto (o más bien correcto sólo por principio), en la práctica se traduce en que admitimos que toda la ineptitud, todos los vicios, se transmitan e irradien hacia el sistema político, haciendo peso muerto sobre las virtudes y obteniendo como resultado final algo sencillamente desastroso y carente de sentido en su conjunto.
Sólo en la medida que la autoridad no dependa de la votación de los viciosos, podrá librarse de ese peso muerto y lograr articular una actitud con el carácter suficiente para definir políticas que, incluso no siendo populares, conduzcan efectivamente hacia una mejor sociedad.
2009/06/20
2009/05/22
Los perros vagos y la avestruz
Los medios de comunicación han marcado buen rating con la conmovedora noticia del miserable estado de salud en que se encontraban unos perros en una guardería. También leí por ahí que en alguna parte se comenzaría un programa de infertilización y eutanasia selectiva a los perros vagos. Dura medida. Pero yo me pregunto: ¿en qué momento se hará algo similar con las personas? No eutanasia, pero sí una acción resuelta respecto de definir requisitos para tener hijos.
Muchos niños nacen de la calentura. Muchos. Muchos son abortados, muchos más de los que quisiéramos creer. Muchos crecen en condiciones tan precarias. Creo que muy pocos llegan al mundo por una decisión consciente.
Yo quiero que se abra un registro en que las parejas se deban inscribir para tener hijos.
Es duro que un niño nazca como efecto secundario de una calentura. Quizá el mayor cariño que puede sentir un niño es sentir que es querido, que es bien recibido, que era deseado. Pero seamos francos: ¿cuántas parejas se han visto sorprendidas y complicadas ante la noticia de un embarazo no planeado? ¿Con cuánta frecuencia aquello que decimos que nos diferencia de los demás seres vivos (¿racionalidad?), pareciera desactivarse? Realmente somos más bestias que las bestias, porque a pesar de tener (alguna) consciencia respecto de la envergadura, la dimensión, la trascendencia de tener un hijo, muchas veces tenemos sexo sin la intención de engendrar y al mismo tiempo sin ningún anticonceptivo. Dar vida sin una planificación es casi tan cruel como quitarla.
¿Cuánto cuestan los presos? ¿Cuánto gastamos en educación?
Tememos hacer sentir culpable a alguna mujer con un embarazo no deseado, quisiéramos no restregarle la culpa que ya por sí misma debe sentir (si tiene algún grado de humanidad), y lo mismo a su pareja; para evitar inducir a un aborto o infanticidio. Tantas instituciones de acogida a esas madres, a esos niños. Pero claramente están lejos de dar abasto. Por qué dejamos que sigan naciendo crías que lo más seguro es que lleguen a un destino tan miserable como los perros vagos en guarderías mal administradas.
Se paga un permiso de circulación y una revisión técnica para poder sacar un vehículo a la calle. Todos lo entienden, o al menos lo tienen asumido (hay un mercado negro asociado, por cierto, pero al menos existe una normativa de referencia). ¿Cómo puede ser tan difícil establecer exigencias para tener un hijo? Nadie quiere ponerse los pantalones, nadie quiere proponer medidas impopulares, nadie quiere enrostrarle en su cara a la gente los errores que comete por su irresponsabilidad. No, eso no te da votos. La política de voto popular no calificado es una plaga.
Muchos niños nacen de la calentura. Muchos. Muchos son abortados, muchos más de los que quisiéramos creer. Muchos crecen en condiciones tan precarias. Creo que muy pocos llegan al mundo por una decisión consciente.
Yo quiero que se abra un registro en que las parejas se deban inscribir para tener hijos.
Es duro que un niño nazca como efecto secundario de una calentura. Quizá el mayor cariño que puede sentir un niño es sentir que es querido, que es bien recibido, que era deseado. Pero seamos francos: ¿cuántas parejas se han visto sorprendidas y complicadas ante la noticia de un embarazo no planeado? ¿Con cuánta frecuencia aquello que decimos que nos diferencia de los demás seres vivos (¿racionalidad?), pareciera desactivarse? Realmente somos más bestias que las bestias, porque a pesar de tener (alguna) consciencia respecto de la envergadura, la dimensión, la trascendencia de tener un hijo, muchas veces tenemos sexo sin la intención de engendrar y al mismo tiempo sin ningún anticonceptivo. Dar vida sin una planificación es casi tan cruel como quitarla.
¿Cuánto cuestan los presos? ¿Cuánto gastamos en educación?
Tememos hacer sentir culpable a alguna mujer con un embarazo no deseado, quisiéramos no restregarle la culpa que ya por sí misma debe sentir (si tiene algún grado de humanidad), y lo mismo a su pareja; para evitar inducir a un aborto o infanticidio. Tantas instituciones de acogida a esas madres, a esos niños. Pero claramente están lejos de dar abasto. Por qué dejamos que sigan naciendo crías que lo más seguro es que lleguen a un destino tan miserable como los perros vagos en guarderías mal administradas.
Se paga un permiso de circulación y una revisión técnica para poder sacar un vehículo a la calle. Todos lo entienden, o al menos lo tienen asumido (hay un mercado negro asociado, por cierto, pero al menos existe una normativa de referencia). ¿Cómo puede ser tan difícil establecer exigencias para tener un hijo? Nadie quiere ponerse los pantalones, nadie quiere proponer medidas impopulares, nadie quiere enrostrarle en su cara a la gente los errores que comete por su irresponsabilidad. No, eso no te da votos. La política de voto popular no calificado es una plaga.
2009/03/19
Lento, dudosamente eficaz y menos aún eficiente
Muy lento, todo avanza tan lento. Se necesitan tantos días, tantos meses, tantos años, tantas generaciones, para ver cambios. Es desesperante. Está años luz por debajo de mi expectativa.
Una señora cuya casa quedó destruida por un vehículo que chocó contra la reja y el muro. Pobre señora. Respuesta quizá para cuándo pueda tener. Y mientras tanto, una casa destruida. Ni qué decir de tratamiento sicológico o indeminización. Apenas que le reparen el muro y la reja.
Me gustó la fórmula de la propuesta de ley sobre el mecanismo para el cobro de pensiones alimenticias, en que el Estado paga la pensión, y la mujer cede al Estado a su derecho jurídico para que éste se encargue de la cobranza al padre. Eso es proactividad. Al menos una noticia buena.
Justicia, derechos. No te los llevan a domicilio, sino que es necesario gastar tiempo y recursos para hacerlos valer. ¿Y quién cubre esos gastos? Hasta ahí, no más, llegó la funcionalidad del sistema. Con esa distorsión, más que justicia, es la ley del más fuerte.
La estructura del Estado, su dimensión, con respecto a las funciones que debe desempeñar y al volúmen de población que rige.
Muy certero el escrito sobre la democracia idiota y la utopía irrenunciable. Lástima que de entrada se la considere utopía. No da mucha esperanza.
Los medios de comunicación. Función social o empresa rentable. Lo último da lugar a banalización del contenido, explotación de los instintos más básicos. Un seudo servicio a la comunidad. Una droga que confunde y atonta, idiotiza. Pero si no se fijan objetivos de rentabilidad, se corre el riesgo de un despilfarro de recursos y generación de productos mediocres, ya que, con la excusa de la importante función social, los funcionarios se apernan en sus puestos. Parásitos en lugar de servidores públicos. Es clave idear un esquema de incentivos apropiado.
Voluntad popular. Qué se puede esperar con una mayoría inculta. Patético. Una parodia a los principios. Como, por respetar la dignidad de cada individuo, incluso los ineptos, se termina obteniendo un resultado mediocre, tan por debajo del objetivo de servicio público. Quizá se podría exigir un puntaje mínimo de PSU para acceder al derecho de sufragar.
Manifestaciones. Cuan fácilmente captan la atención y presionan, muchas veces en forma antojadiza, en desmedro de una argumentación contundente.
Una señora cuya casa quedó destruida por un vehículo que chocó contra la reja y el muro. Pobre señora. Respuesta quizá para cuándo pueda tener. Y mientras tanto, una casa destruida. Ni qué decir de tratamiento sicológico o indeminización. Apenas que le reparen el muro y la reja.
Me gustó la fórmula de la propuesta de ley sobre el mecanismo para el cobro de pensiones alimenticias, en que el Estado paga la pensión, y la mujer cede al Estado a su derecho jurídico para que éste se encargue de la cobranza al padre. Eso es proactividad. Al menos una noticia buena.
Justicia, derechos. No te los llevan a domicilio, sino que es necesario gastar tiempo y recursos para hacerlos valer. ¿Y quién cubre esos gastos? Hasta ahí, no más, llegó la funcionalidad del sistema. Con esa distorsión, más que justicia, es la ley del más fuerte.
La estructura del Estado, su dimensión, con respecto a las funciones que debe desempeñar y al volúmen de población que rige.
Muy certero el escrito sobre la democracia idiota y la utopía irrenunciable. Lástima que de entrada se la considere utopía. No da mucha esperanza.
Los medios de comunicación. Función social o empresa rentable. Lo último da lugar a banalización del contenido, explotación de los instintos más básicos. Un seudo servicio a la comunidad. Una droga que confunde y atonta, idiotiza. Pero si no se fijan objetivos de rentabilidad, se corre el riesgo de un despilfarro de recursos y generación de productos mediocres, ya que, con la excusa de la importante función social, los funcionarios se apernan en sus puestos. Parásitos en lugar de servidores públicos. Es clave idear un esquema de incentivos apropiado.
Voluntad popular. Qué se puede esperar con una mayoría inculta. Patético. Una parodia a los principios. Como, por respetar la dignidad de cada individuo, incluso los ineptos, se termina obteniendo un resultado mediocre, tan por debajo del objetivo de servicio público. Quizá se podría exigir un puntaje mínimo de PSU para acceder al derecho de sufragar.
Manifestaciones. Cuan fácilmente captan la atención y presionan, muchas veces en forma antojadiza, en desmedro de una argumentación contundente.
2009/03/05
Borrador del modelo propuesto en post anterior
Estuve buscando en la web, seguro que podría encontrar herramientas que permitieran lograr el modelo que señalé en el post anterior, y efectivamente así fue, aunque en forma aproximada. Las herramientas son Digg.com y Evernote.com.
Digg.com es un sitio en que la gente ingresa una noticia o información con un título, una breve descripción y un link, y otros usuarios que estén registrados, pueden votar si ese información fue de su agrado. Este sitio lo conocía desde hace tiempo, el problema es que lamentablemente mi experiencia ha sido que hay mucha información irrelevante con muchos votos, y cuesta encontrar información a mi juicio realmente valiosa. Otro inconveniente es que prácticamente toda la información del sitio está en inglés, y de hecho las condiciones de uso señalan que el sitio está pensado sólo para información en inglés, aunque en la práctica no hay un mecanismo que impida crear links a información en otros idiomas. De hecho subí unas notas en español hace un tiempo. Tenemos entonces el mecanismo de voto.
Evernote.com es un sitio que permite guardar información de muchas formas, pero en particular permite guardar información que uno encuentra en Internet. A diferencia de Digg, permite guardar una copia de la información, además del link a la página de origen. Incluso tiene la capacidad de identificar texto en las imágenes.
Una tercera herramienta, son los blogs. Sitios en que se publican artículos en forma secuencial. De esta forma la persona puede aportar información propia, o reflexiones sobre la información que ha visto en otros sitios.
Otra tecnología, que opera en forma transversal, es la suscripción RSS, que es un mecanismo en que las personas pueden recibir avisos cuando se ha publicado nuevo contenido, ya sea información en el blog, como también información de sitios por los que uno ha votado en Digg, o información que uno ha recopilado en Evernote.
Enseguida, otra tecnología transversal es la taxonomía, o más conocida como tags, pero que en lugar de conceptos dispersos, estén estructurados en una clasificación jerárquica. Con esto se puede navegar o filtrar la información almacenada en los sistemas anteriores, mostrando sólo aquélla relacionada con determinadas materias.
Finalmente, muy relacionado con la taxonomía, un sistema de registro que permita hacer seguimiento cronológico y procedimental a la información. Por ejemplo, si una autoridad o un candidato asume tales o cuales compromisos, que todos estos queden registrados con número de serie y se pueda hacer seguimiento a éstos. Creo que el olvido de la gente es algo de lo que algunos políticos suelen abusar en sus campañas. En este sentido ya existe un sitio de este tipo: http://www.politifact.com/truth-o-meter/. Pero eso sería sólo un caso particular. La idea es poder hacer seguimiento en general a cualquier tema que se desarrolle en el tiempo, ya sea una investigación científica, un proceso judicial, etc..
Entonces, resumiendo, tenemos la capacidad de:
- Votar por la información que nos parece relevante.
- Almacenar copia de la información que vemos en la web.
- Generar nueva información
- Suscribirnos para recibir notificaciones del nuevo contenido publicado en cada uno de los puntos anteriores.
- Clasificar la información. Realizar búsquedas y aplicar filtros.
- Hacer seguimiento de la información
Éste sí que me parece un sistema poderoso para reflejar de forma mucho más detallada los intereses de las personas, comparado con un voto para un candidato de tal o cual tendencia, en elecciones cada tantos o cuantos años. Y también mejor que una encuesta en que muchas veces preguntan cosas que no consideramos prioritarias.
Con el sistema que propongo cada persona tiene la capacidad de reflejar en la web sus intereses, y establecer vínculos con otras personas de intereses similares. Se puede premiar el contenido valioso y además se propagan estos contenidos a través de notificaciones a quienes estén suscritos.
Ahora, ciertamente que hay varias consideraciones, como por ejemplo:
- Sistema de registro de usuarios
Hoy hay muchos, en muchos sitios te puedes registrar y crear una cuenta, pero también se pueden crear más de una cuenta, lo que eventualmente podría distorsionar las votaciones.
Cómo se designa el sistema "oficial" de registro de usuarios. Hoy en día surgen servicios paralelos uno tras otro, y su popularidad va variando en el tiempo.
Están los sistemas federados, como OpenID.net, que reúne varios sistemas de identidad, pero tampoco es necesariamente algo oficial.
Y varias otras consideraciones a pulir, pero el esqueleto es ese.
Digg.com es un sitio en que la gente ingresa una noticia o información con un título, una breve descripción y un link, y otros usuarios que estén registrados, pueden votar si ese información fue de su agrado. Este sitio lo conocía desde hace tiempo, el problema es que lamentablemente mi experiencia ha sido que hay mucha información irrelevante con muchos votos, y cuesta encontrar información a mi juicio realmente valiosa. Otro inconveniente es que prácticamente toda la información del sitio está en inglés, y de hecho las condiciones de uso señalan que el sitio está pensado sólo para información en inglés, aunque en la práctica no hay un mecanismo que impida crear links a información en otros idiomas. De hecho subí unas notas en español hace un tiempo. Tenemos entonces el mecanismo de voto.
Evernote.com es un sitio que permite guardar información de muchas formas, pero en particular permite guardar información que uno encuentra en Internet. A diferencia de Digg, permite guardar una copia de la información, además del link a la página de origen. Incluso tiene la capacidad de identificar texto en las imágenes.
Una tercera herramienta, son los blogs. Sitios en que se publican artículos en forma secuencial. De esta forma la persona puede aportar información propia, o reflexiones sobre la información que ha visto en otros sitios.
Otra tecnología, que opera en forma transversal, es la suscripción RSS, que es un mecanismo en que las personas pueden recibir avisos cuando se ha publicado nuevo contenido, ya sea información en el blog, como también información de sitios por los que uno ha votado en Digg, o información que uno ha recopilado en Evernote.
Enseguida, otra tecnología transversal es la taxonomía, o más conocida como tags, pero que en lugar de conceptos dispersos, estén estructurados en una clasificación jerárquica. Con esto se puede navegar o filtrar la información almacenada en los sistemas anteriores, mostrando sólo aquélla relacionada con determinadas materias.
Finalmente, muy relacionado con la taxonomía, un sistema de registro que permita hacer seguimiento cronológico y procedimental a la información. Por ejemplo, si una autoridad o un candidato asume tales o cuales compromisos, que todos estos queden registrados con número de serie y se pueda hacer seguimiento a éstos. Creo que el olvido de la gente es algo de lo que algunos políticos suelen abusar en sus campañas. En este sentido ya existe un sitio de este tipo: http://www.politifact.com/truth-o-meter/. Pero eso sería sólo un caso particular. La idea es poder hacer seguimiento en general a cualquier tema que se desarrolle en el tiempo, ya sea una investigación científica, un proceso judicial, etc..
Entonces, resumiendo, tenemos la capacidad de:
- Votar por la información que nos parece relevante.
- Almacenar copia de la información que vemos en la web.
- Generar nueva información
- Suscribirnos para recibir notificaciones del nuevo contenido publicado en cada uno de los puntos anteriores.
- Clasificar la información. Realizar búsquedas y aplicar filtros.
- Hacer seguimiento de la información
Éste sí que me parece un sistema poderoso para reflejar de forma mucho más detallada los intereses de las personas, comparado con un voto para un candidato de tal o cual tendencia, en elecciones cada tantos o cuantos años. Y también mejor que una encuesta en que muchas veces preguntan cosas que no consideramos prioritarias.
Con el sistema que propongo cada persona tiene la capacidad de reflejar en la web sus intereses, y establecer vínculos con otras personas de intereses similares. Se puede premiar el contenido valioso y además se propagan estos contenidos a través de notificaciones a quienes estén suscritos.
Ahora, ciertamente que hay varias consideraciones, como por ejemplo:
- Sistema de registro de usuarios
Hoy hay muchos, en muchos sitios te puedes registrar y crear una cuenta, pero también se pueden crear más de una cuenta, lo que eventualmente podría distorsionar las votaciones.
Cómo se designa el sistema "oficial" de registro de usuarios. Hoy en día surgen servicios paralelos uno tras otro, y su popularidad va variando en el tiempo.
Están los sistemas federados, como OpenID.net, que reúne varios sistemas de identidad, pero tampoco es necesariamente algo oficial.
Y varias otras consideraciones a pulir, pero el esqueleto es ese.
2009/02/11
Política, opinión pública y tecnología de información
He visto, sin ser especialista en el tema, como sitios web han incorporado mecanismos para identificar la información más relevante para los lectores. Los feeds (RSS, etc.) y filtros como "noticias más recientes", "noticias más visitadas", "noticias más comentadas", y más recientemente la capacidad de sitios como el de laterecera.com para cambiar el orden de las secciones temáticas (puedes arrastrar el cuadro de Educación más arriba o más abajo que el de Deportes, por ejemplo). Creo que son avances importantes, pero siento que a quienes nos preocupa el acontecer tenemos una expectativa mucho más alta sobre las herramientas que quisiéramos tener para gestionar la información.
Lo que yo espero es lo que quizá espera tener cualquier jefatura a su disposición: un informe consolidado, priorizado, actualizado, con capacidad de aumentar o reducir el nivel de detalle, y con un registro histórico. Claro, porque las noticias como las consumimos actualmente es como regar el pasto. Llegan gotas día tras día, pero no se dispone de un archivador en que uno pueda fácilmente revisar un registro histórico de noticias clasificadas. Yo, modestamente, guardo en un archivo de texto cada noticia que me parece relevante. Pero, claro, no están clasificadas, y menos aún interrelacionadas. Por lo que la gestión que puedo hacer sobre esa información es mínima o muy ineficiente.
La herramienta web que me gustaría tener es una que sea capaz de almacenar las noticias de los distintos sitios (periódicos online, canales de televisión, etc.) y clasificarlas mediante un conjunto de tags que sea estandarizado, pero que uno pueda también personalizar en cierto grado.
Qué busco con esto: que en mi página web yo pueda construir mi propio periódico, organizado y priorizado de acuerdo a mis intereses, y que refleje precisamente eso: mis intereses. Se podrán mantener las fuentas (latercera.com, emol.com, lacuarta.com, etc.), pero la información desplegada según a mí me parece apropiado. Hay muchísimas noticias que consumen portadas y no me interesan para nada. Quizá a mucha gente sí le importa, pero a mí no, y me desagrada como se destinan esfuerzos a producir noticias de farándula, y los sitios cuentan felices sus hits. Con esa autoindulgencia, difícil que nuestra clase política nos tome en serio. Por el contrario, seguirán desplegando luces de colores y promesas fantásticas con tal de conseguir los votos, y después las cosas... bueno, ya vemos como estamos.
Con un sistema de tags estandarizado, se podría, por ejemplo, encontrar personas que tengan intereses similares a los propios, y construir más fácilmente redes de discusión y colaboración.
Con una herramienta de esas potencialidades, se podría reflejar, y los políticos podrían sondear de forma mucho más provechosa, los intereses de la población. También se podría hacer una fiscalización mucho más efectiva de la gestión de los políticos, lo que en conjunto redundaría en una mejor calidad de la gestión pública.
Un voto, como principio, es muy valioso, pero en la práctica su peso específico es insignificante. Pesa lo mismo el voto de una persona con alto nivel de educación que el de una con un bajo nivel de educación. Por lo tanto hay un amplio espacio para populismo e ineficiencia. Se necesita tener herramientas más poderosas para controlar, fiscalizar y evaluar la gestión pública. Se necesita poder transmitir de forma más amplia y frecuente, la opinión de las personas, especialmente aquéllas con alto nivel educacional.
Lo que yo espero es lo que quizá espera tener cualquier jefatura a su disposición: un informe consolidado, priorizado, actualizado, con capacidad de aumentar o reducir el nivel de detalle, y con un registro histórico. Claro, porque las noticias como las consumimos actualmente es como regar el pasto. Llegan gotas día tras día, pero no se dispone de un archivador en que uno pueda fácilmente revisar un registro histórico de noticias clasificadas. Yo, modestamente, guardo en un archivo de texto cada noticia que me parece relevante. Pero, claro, no están clasificadas, y menos aún interrelacionadas. Por lo que la gestión que puedo hacer sobre esa información es mínima o muy ineficiente.
La herramienta web que me gustaría tener es una que sea capaz de almacenar las noticias de los distintos sitios (periódicos online, canales de televisión, etc.) y clasificarlas mediante un conjunto de tags que sea estandarizado, pero que uno pueda también personalizar en cierto grado.
Qué busco con esto: que en mi página web yo pueda construir mi propio periódico, organizado y priorizado de acuerdo a mis intereses, y que refleje precisamente eso: mis intereses. Se podrán mantener las fuentas (latercera.com, emol.com, lacuarta.com, etc.), pero la información desplegada según a mí me parece apropiado. Hay muchísimas noticias que consumen portadas y no me interesan para nada. Quizá a mucha gente sí le importa, pero a mí no, y me desagrada como se destinan esfuerzos a producir noticias de farándula, y los sitios cuentan felices sus hits. Con esa autoindulgencia, difícil que nuestra clase política nos tome en serio. Por el contrario, seguirán desplegando luces de colores y promesas fantásticas con tal de conseguir los votos, y después las cosas... bueno, ya vemos como estamos.
Con un sistema de tags estandarizado, se podría, por ejemplo, encontrar personas que tengan intereses similares a los propios, y construir más fácilmente redes de discusión y colaboración.
Con una herramienta de esas potencialidades, se podría reflejar, y los políticos podrían sondear de forma mucho más provechosa, los intereses de la población. También se podría hacer una fiscalización mucho más efectiva de la gestión de los políticos, lo que en conjunto redundaría en una mejor calidad de la gestión pública.
Un voto, como principio, es muy valioso, pero en la práctica su peso específico es insignificante. Pesa lo mismo el voto de una persona con alto nivel de educación que el de una con un bajo nivel de educación. Por lo tanto hay un amplio espacio para populismo e ineficiencia. Se necesita tener herramientas más poderosas para controlar, fiscalizar y evaluar la gestión pública. Se necesita poder transmitir de forma más amplia y frecuente, la opinión de las personas, especialmente aquéllas con alto nivel educacional.
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